Del merecimiento del hijo al progreso del Mexicano.
El Mexicano es privilegiado por la naturaleza. Lo somos, somos privilegiados y bendecidos y eso mismo parece que nos ha hecho enajenarnos de lo que merecemos y somos (ser no es poseer ni saber). Acaso merece más usted que ha sido bendecido más que aquel otro desfavorecido. El campesino, obrero o la ama de casa merecen lo mismo que el abogado, ingeniero, empresario o hijo de grandes idolos. Pero a misma sintonia parece que uno no quiere gobernar y el otro no quiere ser gobernado. ¿Por que no gobernamos dando el ejemplo con el trabajo? ¿Y por que no trabajamos dando el ejemplo con el gobierno?. Progreso.